A mediados del año 2014, escuché de la existencia de una técnica psicoenergética llamada EFT, movida por la curiosidad, empecé a investigar de qué se trataba y rápidamente entré en la tarea de probarla en mí misma, me sorprendí por los resultados positivos que obtenía, aunque no entendía el mecanismo de acción. En septiembre del mismo año, vivimos en mi familia una experiencia muy dolorosa, mi hermano fue diagnosticado de Cáncer terminal de manera súbita, pues la enfermedad no había dado signos de su presencia antes.

Llevada por el amor y el deseo de aliviar sus molestias, apliqué en él, los golpecitos que todavía yo no los entendía con la grata sorpresa de ver su efecto benéfico una y otra vez. EFT fue un ayudador sencillo y efectivo durante los 4 meses que mi hermano estuvo con nosotros después del diagnóstico.

Esta experiencia generó en mí un gran deseo de aprender formalmente la técnica y así fue que en 2016 empecé mi formación como facilitadora y luego como formadora, alcancé mi certificación como tal en 2020. Es mi deseo expandir el conocimiento de esta técnica al mayor número de personas a fin de que la usen para gestionar sus emociones y puedan prevenir disfunciones más serias en su vida emocional y física.

Uso EFT en mi desempeño como profesional de la medicina, la psicoterapia familiar y en mis actividades de atención psico social a diferentes comunidades.

EFT es una técnica tan versátil y bondadosa que potencia otras técnicas psicoterapéuticas. Las que más uso de forma sinérgica es PNL, El juego de la vida, EMDR, con resultados muy satisfactorios. Desde el año 2016 EFT se convirtió en mi herramienta de uso diario.